El entrenamiento funcional es una actividad física que, a través de ejercicios específicos y el uso de materiales variados, desarrolla un método de trabajo que puede aplicarse a nuestra vida cotidiana. Se enfoca en mejorar patrones de movimiento que usamos en nuestras actividades diarias, haciéndonos más fuertes, ágiles y funcionales en nuestro día a día.

Beneficios del Entrenamiento Funcional

El entrenamiento funcional ofrece múltiples beneficios, entre los cuales destacan:

1. Fortalece los músculos estabilizadores: Especialmente los del "Core", que son esenciales para mantener una buena postura y prevenir lesiones.

   
   

2. Actividad amena y fácil adherencia: Debido a la variedad y dinamismo de los ejercicios, es más fácil mantener la motivación y la constancia en el entrenamiento.

   
   

3. Mejora la propiocepción, equilibrio y coordinación: Al trabajar con movimientos que requieren control y estabilidad, se desarrollan estas capacidades de manera efectiva.

   
   

4. Patrones de movimientos ajustados a la vida diaria: Los ejercicios replican movimientos cotidianos, lo que mejora la funcionalidad en actividades diarias.

   
   

5. Mejora el rango de movilidad articular: Los ejercicios funcionales promueven una mayor flexibilidad y movilidad en las articulaciones.

   
   

6. Adaptable a cualquier nivel: Puede ser practicado por personas de todas las edades y niveles de condición física, desde principiantes hasta avanzados.

   
   

7. Gasto energético por sesión elevado: Los entrenamientos son intensos y dinámicos, lo que contribuye a un mayor gasto calórico.

   
   

8. Trabaja la fuerza-resistencia: Los ejercicios combinan fuerza y resistencia, lo que mejora ambas capacidades simultáneamente.

   
   

9. Herramienta para la rehabilitación: Es una excelente opción para la recuperación de lesiones, ya que se pueden adaptar los ejercicios para evitar movimientos que puedan causar dolor o daño adicional.

¿Para quién está indicado?

El entrenamiento funcional es adecuado para todos, desde niños y adolescentes hasta adultos y personas mayores.

• Niños y adolescentes: Deben ver el deporte como un juego. Es responsabilidad de sus cuidadores asegurarse de que el ejercicio sea seguro y divertido.

  
  

• Adultos: Pueden beneficiarse de la mejora en la fuerza, movilidad y funcionalidad que ofrece este tipo de entrenamiento.

  
  

• Personas mayores: El entrenamiento funcional ayuda a mantener la movilidad, fuerza y equilibrio, lo cual es crucial para prevenir caídas y mantenerse independientes.

Cómo hacer una rutina de Entrenamiento Funcional

Cada sesión de entrenamiento funcional incluye una variedad de ejercicios dinámicos y desafiantes. Aquí te dejamos algunos ejemplos de elementos y ejercicios que puedes incorporar en tus rutinas:

• Subidas y bajadas a steps o cajones: Mejora la fuerza y resistencia de las piernas.

  
  

• Saltos de comba o volteos de sacos: Incrementa la coordinación y el gasto energético.

  
  

• Superficies inestables: Ayuda a mejorar el equilibrio y la estabilidad.

  
  

• Ejercicios con el peso corporal: Sentadillas, tijeras o flexiones son excelentes para trabajar la fuerza sin necesidad de equipamiento adicional.

  
  

• Movimientos unilaterales: Ejercicios como zancadas o levantamientos de una sola pierna mejoran la coordinación y la estabilidad.

  
  

• Jalones de cuerda: Fortalece la parte superior del cuerpo y mejora la fuerza de agarre.

  
  

• Ejercicios de abdomen: Cruciales para fortalecer el core y mejorar la estabilidad.

  
  

• Uso de gomas elásticas: Añaden resistencia a los movimientos y pueden ser usadas para una amplia variedad de ejercicios.

  
  

• Elementos de resistencia como chalecos con lastre: Incrementan la dificultad de los ejercicios y mejoran la fuerza y la resistencia.